En Chetumal todas las voces de los trabajadores coinciden en que el director de Comunicaciones y Transportes de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra), Alejandro Ramos ha sido un fantasma que pocas veces se le ve trabajando, pero lo que si trasciende es la operación económica – política que lleva a cabo a través de esta dependencia considerada la caja chica, para las aspiraciones de su hermano Emiliano, que busca la presidencia municipal de Benito Juárez.
Desde el inicio de la administración, los señalamientos de corrupción o colusión con la operación de Uber han dejado en entre dicho su trabajo, dado que la dirección de comunicaciones y transporte local, jugó un doble discurso con la aplicación, dado que por un lado aplicaba infracciones y por otra la dejaba operar “ilegalmente”, ya que la Ley de Transporte estatal se lo impedía.
Los operativos para detener unidades de Uber, lejos de haber sido en estricto apego a la Ley, fue un botín político que pretendía consolidar con la candidatura de su hermano Emiliano, es decir a cambio de sacar a la aplicación de Cancún, lograr la simpatía de los operadores del volante para que trabajaran a su favor.
Por otra parte, las empresas transportistas se quejan constantemente de las extorsiones principalmente en Cancún, aunado a los favores políticos que hace Sintra en pro de gente con filiación perredista, desde; tricitaxis, mototaxis, y unidades de carga principalmente.