El tequila cristalino: Mitos y realidades detrás de su producción

Camila S. Gómez Navarro, estudiante de Ingeniería en Biotecnología en la Universidad Autónoma de Guadalajara y colaboradora del Laboratorio de Materiales y Fenómenos de Superficie, comparte su investigación sobre el tequila cristalino. En su artículo científico, desmiente los mitos y realidades detrás de esta bebida nacional y explica el proceso de adsorción que le da su tonalidad cristalina sin añadir químicos.

Por Camila S. Gómez Navarro, estudiante de Ingeniería en Biotecnología en la Universidad Autónoma de Guadalajara y colaboradora del Laboratorio de Materiales y Fenómenos de Superficie

¿Has probado el tequila cristalino o has escuchado sobre él?, ¿sabes cómo se hace y por qué no tiene nada de malo beberlo si es que a ti te gusta? Pues aquí vamos a platicarte un poco sobre el tequila cristalino.


Hace unos días estaba revisando Twitter cuando me encontré un hilo, en donde discutían sobre el tequila cristalino. Me hizo mucha gracia leer a personas que no tenían conocimiento del tema haciendo comentarios tales como: “tiene tantos químicos que parece veneno, ¿pregúntenle a un químico?”, “no es tequila”, “es para gente delicada”, “no tiene buen sabor”, etc. Nada de esto es verdad.


Después de ello comencé a preguntar la opinión de amigos y familiares notando que todos tienen una opinión e ideas que se han formado con base en la desinformación, por lo que deseo compartir el trabajo de investigación que hago en la Universidad Autónoma de Guadalajara a fin de aclarar mitos y realidades del tequila cristalino.


Lo que debes saber


Lo primero, el cristalino sí es tequila. Es un tequila que ha tenido un proceso de maduración en barrica, pero además tiene una etapa adicional que consiste en una filtración con carbón activado para quitar color, notas astringentes y otorgarle la tonalidad cristalina que tanto gusta al consumidor, por esta razón algunos lo consideran dentro de una categoría premium.


Dentro del programa de Investigación Temprana de la UAG he trabajado bajo la dirección del Dr. Luis Alberto Romero Cano me incorporé en cuarto cuatrimestre al laboratorio y mis primeros trabajos fueron apoyando en la Tesis de Maestría en Procesos del Tequila de Pedro A. Ríos Hernández, la cual consistió en estudiar la preparación de tequila cristalino empleando materiales de carbón hechos a la medida.


En el laboratorio he aprendido sobre ello, las pruebas que hemos hecho consisten en poner en contacto el tequila añejo con materiales de carbón preparados a partir de madera de mezquite tratados térmicamente.


El proceso es similar al que se realiza para la purificación de agua, mediante el contacto del tequila con el carbón se favorece un proceso de adsorción en el cual no se añade ningún químico y el resultado es un tequila añejo sin color y suave al paladar, razón por la que muchos consumidores lo prefieren. ¿Lo notas? Si el proceso es similar al de purificación del agua, ¿Por qué sería malo? Es una bebida hecha a la medida de acuerdo con las preferencias del consumidor.


Los invito a revisar la comunicación científica que hemos realizado, la cual corresponde al primer artículo científico publicado en el que se menciona la química detrás del tequila cristalino, nuestra bebida nacional por excelencia. Se darán cuenta que lo que hay detrás es solo un proceso de adsorción hecho a la medida, en el cual controlando la textura porosa y los grupos funcionales presentes en el material es posible favorecer la remoción selectiva de color conservando mayoritariamente los compuestos esenciales de la bebida. Dejo la liga al final de la nota.


Espero que este material y el artículo científico sirva para cambiar su opinión sobre el tequila cristalino, el proceso de adsorción y como se maneja la química en realidad.


Les comparto una frase que ideamos el Dr. Romero Cano y yo al momento de escribir este artículo: “El tequila cristalino no tiene químicos, tiene Química” y en el laboratorio de la UAG la sabemos utilizar para hacer lo que muchos consideran magia. Te lo ha dicho una química.


* Camila S. Gómez Navarro es Estudiante de 8vo cuatrimestre de Ingeniería en Biotecnología en la UAG, colabora en el laboratorio CUE-313, Laboratorio de Materiales y Fenómenos de Superficie.

Por Camila S. Gómez Navarro, estudiante de Ingeniería en Biotecnología en la Universidad Autónoma de Guadalajara y colaboradora del Laboratorio de Materiales y Fenómenos de Superficie
 

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