La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) realizó los días 29 y 30 del pasado mes de julio, una inspección en materia de impacto ambiental y cambio de uso de suelo a obras en el Malecón de Tajamar, ubicado en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo.
En atención de una denuncia popular presentada ante la remoción de vegetación de Selva Baja y Mangle, sujetas a protección de acuerdo a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, inspeccionó 4 lotes en dicho proyecto situado en terrenos forestales.
Las tareas preliminares destacan que los lotes 2 y 3 de la manzana 8 se inspeccionaron en materia de impacto ambiental; y los predios 1 y 2 de la manzana 11 se inspeccionaron por cambio de uso de suelo; todos ubicados en la Supermanzana 6, malecón Cancún, sección Malecón Tajamar, Municipio de Benito Juárez.
Durante la visita de inspección a cargo de funcionarios de la Subprocuraduría de Recursos Naturales e inspectores de la Delegación Federal de la PROFEPA en dicha entidad, el responsable del proyecto denominado Malecón Cancún no exhibió las autorizaciones correspondientes de ley.
La solicitud formulada al promotor de la obra tuvo como objetivo conocer los permisos correspondientes en materia de impacto ambiental y cambio de uso de suelo en terrenos forestales expedidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
De manera preliminar, el personal técnico de la PROFEPA determinó que para la legalidad de las obras y actividades encontradas, éstas se condicionan de manera obligatoria por la Autoridad Normativa Federal (SEMARNAT) con Términos y Condicionantes Ambientales en ambas materias.
Lo anterior, precisaron, sin que hasta este momento fueran proporcionados documentos tales como el Estudio Técnico Justificativo y los Programas de Rescate de individuos bajo algún estatus de protección de acuerdo a la Norma ecológica 059, así como el Programa de Prevención y Mitigación de impactos, entre otros.
Cabe resaltar que para cuantificar el daño ambiental, se levantaron sitios de muestreo que aportaron datos técnicos sobre la afectación de especies forestales, volúmenes de madera extraídos, superficies afectadas en los ecosistemas de selva baja caducifolia y de manglar, así como los impactos ambientales ocasionados.
Estas acciones, a criterio de la autoridad federal, darán los elementos suficientes para la imposición de las Medidas de Seguridad correspondientes.
Vale recordar que la selva baja y el manglar son de suma importancia ecológica debido a que constituyen una barrera natural para la protección de suelos, agua, flora y fauna contra fenómenos meteorológicos como son los huracanes que cada temporada afectan la península de Yucatán.
Asimismo, constituyen zonas de anidación de aves y refugio de fauna como los cocodrilos e iguanas que son especies en riesgo, sin omitir los servicios ambientales que prestan por la permanencia de los ciclos hidrológicos.
A fin de determinar la afectación ambiental de toda la zona, la PROFEPA continuará del 4 al 7 de agosto con los trabajos de campo para completar la inspección al resto de lotes impactados por cambio de uso de suelo ya que derivado de dichas acciones se impondrán, de ser el caso, medidas correctivas de urgente aplicación tendientes a la restauración de los ecosistemas.