@PedroJoaquínD y el Poder, escribe Julio César Silva desde el Palco
Sin embargo, prácticamente todos quienes lo han hecho han sido favorecidos justamente por la influencia de sus progenitores. La oportunidad se les dió por ser hijos de quienes son y no por demostrar capacidad, no por haberla ganado con el trabajo diario.
La mayoría llegó sin una preparación previa, ni académica, política y menos administrativa. Quintana Roo tiene muchos casos para ejemplificar. No se puede ejercer eficientemente el poder público, si no se ha estado en una posición, pública o privada, en el que se haya desarrollado una capacidad para ello.
No se puede mandar de la noche a la mañana, cuando no se sabe cómo, cuando nunca se ha hecho.
En Cozumel hay un caso suigéneris, no solo por quien se trata, por el apellido que tiene en la espalda, sino también porque rompe con el estereotipo del “junior” que se beneficia del trabajo y nombre de su padre.
Pedro Joaquín Delbouis, hijo del ex gobernador y actual secretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell, nació en una cuna privilegiada, pero lo que tiene lo consiguió a base de su propio esfuerzo, trabajando desde muy joven al lado de su abuelo, el influyente Nassim Joaquín Ibarra, padre también del gobernador Carlos Joaquín.
A muy temprana edad Joaquín Delbouis aprendió el ejercicio del poder, supo para qué sirve, lo bebió viendo a su padre, pero sobre todo a su abuelo.
Pero hasta hace desarrollaba un plan de vida fincado en el sector privado, en el que fue líder de los tres organismos empresariales más importantes de Cozumel: la Coparmex, la Junta Coordinadora Empresarial y la Cámara Nacional de Comercio (Canaco).
La única función que llegó a desarrollar en el sector público fue la presidencia de la Fundación de Parques y Museos, que en el pasado ha dado algunos presidentes municipales para la isla.
El sector privado era la vida de Joaquín Delbouis hasta que sus allegados lo orillaron a incursionar como candidato a la presidencia municipal por la alianza que encabeza el PRI, con el fin de tratar de enderezar el camino del gobierno isleño que navega sin rumbo en las manos de la panista Perla Tun, quien no respondió a las expectativas creadas en torno a ella.
Y lo hace en una edad madura, como una persona plenamente consolidada emocional y profesionalmente.
Los resultados como tres veces líder empresarial y como presidente de la Fundación de Parques y Museos respaldan a Joaquín Delbouis. El ejercicio del poder no le es ajeno y, lo principal, sabe que no se puede ejercer de manera negativa.
Cozumel requiere de reconciliarse. Dejar de lado, desterrar la neo guerra de castas que pretende establecer Perla Tun, asumiéndose ella como defensora de los indios, de los pobres ante los dzules.
Así no se puede conducir un gobierno. Esos estilos deben ser cosa del pasado.
Platea
Susana Hurtado Vallejo coqueteó con Morena, el PAN y PRD y en las últimas horas hasta renunció a su militancia priista, pero con la misma suerte que Marybel Villegas Canché del cielo le llegó la candidatura al Senado por la alianza que integran el PRI, Verde y Nueva Alianza.
Antes todo parece indicar que se afiliará a Nueva Alianza, porque a este partido le corresponde nominar a la candidata de la coalición para el Senado por la primera fórmula.
El chantaje siempre rinde frutos y quien se queda sin su catafixia es Leslie Hendricks Díaz, quien sigue renuente a competir como candidata a diputada en el Distrito I, donde su principal rival será el ex presidente municipal de Solidaridad Miguel Ramón Martín Azueta, a quien se le considera con mejor cartel.
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