Por Luciano Núñez
Días atrás se hizo viral un video en el que uno de los mejores y más exitosos jugadores del mundo, Carlos Tevez, reveló lo que hizo con su primer gran salario, cuando el Corinthians de Brazil lo compró al Boca Juniors de sus amores. De origen muy humilde, este gladiador que juega con el alma en la mano, le obsequió con el dinero de la transacción diez casas a sus familiares más directos. Fiel a su origen pampero, hizo unas carnes asadas guardando el secreto para entregarles las llaves a sus parientes, seguramente ante las lágrimas de los beneficiarios que vivían en Fuerte Apache, uno de los barrios más violentos que supo tener Buenos Aires y que fue demolido para erradicar ese mal.
“Como mi viejo es maestro de obras (algo así como encargado de los albañiles), se encargó de todo y a cada uno le entregué su llave”, contó en una entrevista. Quizás Tevez hizo por su familia lo que una vez contó Julio César Chávez, el más grande de todos en el ring, que reveló que peleaba para que su madre dejara de lavar ajeno. Ayer, Coco, esa joya magistral de Pixar, logró el premio Oscar poniendo la mirada justamente en el valor de la familia.
Llena de momentos emotivos (en los que pocos escapan del llanto), el filme habla de la cultura mexicana y las tradiciones familiares, muchas de las cuales quedan a veces sepultadas por celebraciones que despiertan temores y no valores, como Halloween.
Familias en el ojo del Huracán
Durante estos últimos días el Estado ha estado atravesando duros momentos con la violencia registrada con la empresa Barcos del Caribe, ligada a los ex gobernadores Roberto Borge y Félix González Canto. Parecería que, en el fondo, los problemas del Estado son la amplificación de problemas de familias; todo lo contario a lo que priorizaron dos de los deportistas más grandes y el filme que logró la mayor recaudación en la historia de México.
Un analista político decía que, en Quintana Roo, pareciera que un requisito ineludible para la traición son los lazos de sangre o los compadrazgos. Después de las épocas de abrazos y reuniones con brindis y carcajadas, viene a veces inesperada la trampa, como tan bien lo reflejó la saga El Padrino, de Francis Ford Coppola.
Las más grandes rivalidades familiares parecen concentrarse en la Isla de Cozumel, donde han nacido 4 gobernadores, Miguel Borge Martín, Pedro Joaquín Coldwell, Félix González Canto y Roberto Borge Angulo; y el actual gobernador, Carlos Joaquín González, quien es hijo del que fuera patriarca de la ínsula: Don Nasim Joaquín, también padre del actual secretario de energía.
Las historias que se tejieron entre estas familias han atravesado el derrotero del estado desde su creación, muchas de las cuales, han sido retratadas magistralmente por el escritor Héctor Aguilar Camín, en al menos dos novelas imperdibles; y también por el extinto escritor Carlos Hurtado, en su enorme novela, Cancún Todo Incluido, de lectura obligatoria para quien vive en este estado.
Esa pugna en la que se mezclan los negocios, los amores y, más que nada, las traiciones, parece no tener fin.
Crisis premeditadas con ánimo desestabilizador
A pocos meses de la toma de protesta del actual gobernador, se han sucedido una serie de hechos sumamente violentos que tienen como claro objetivo desestabilizar la gobernabilidad, incluso, que se han sucedido tras detenciones o denuncias de hechos de suma gravedad. Quizás los más graves han sido los ataques a la Fiscalía del Estado, en Cancún; y el Blue Parrot, en Solidaridad; y últimamente la detonación en Barcos de Caribe, cuyo origen empresarial está minado también de interrogantes y claroscuros. Incluso, en una declaración del propio mandatario deslizó de una intencionalidad política en este marco de violencia y tendenciosas notas nacionales sobre hipótesis no comprobadas; a lo que se suma el yerro discursivo de la titular de Apiqroo, Alicia Ricalde, quien declaró -sin elementos- que la detonación se trataba de una falla mecánica. Algo que quedó sumamente descolocado después de las investigaciones.
¿Seguiremos asistiendo a una cruenta lucha en la que todos perdemos? O habrá final feliz como en Coco, la familia Tevez y los campeonatos de Chávez.
(*) Es life coach, técnico y licenciado en Comunicación Social, con postgrado en Opinión Pública por FLACSO y diplomados en La Salle Cancún. Trabajó en El Siglo de Tucumán, Argentina; agencia EFE México, Luces del Siglo y Periódico Quequi. Fue director de Comunicación Social en Benito Juárez, Cancún.
Co-Fundador de Revista Dos Puntos y director general de Grupo Pirámide.