Acuario de Cancún celebra el Día Nacional del Ajolote con actividades especiales

Cancún, Quintana Roo, 29 de enero de 2025. En conmemoración del Día Nacional del Ajolote, el Acuario Interactivo de Cancún, se une a los esfuerzos de conservación esta especie icónica de México a través de una jornada de actividades especiales que enriquecen la exhibición que recientemente abrió sus puertas. Durante el sábado 1 de febrero, se ofrecerán actividades manuales como dibujos y recortables del ajolote para todos los visitantes del mismo, sean menores o adultos, las cuales enriquecerán la exhibición.

El ajolote (Ambystoma mexicanum) es mucho más que un símbolo de la biodiversidad mexicana; es un recordatorio de la importancia de proteger nuestras especies endémicas. Reconocido por su capacidad de regenerar extremidades y órganos, este extraordinario anfibio está clasificado en peligro crítico de extinción, principalmente debido a la destrucción de su hábitat natural en los canales de Xochimilco.

En 2018 el Senado de México declaró oficialmente el 1 de febrero como el “Día Nacional del Ajolote”, con el objetivo de concientizar sobre la importancia del ajolote en la cultura y el ecosistema mexicano, así como sobre su peligro de extinción. Por ello, el Acuario Interactivo de Cancún que cotidianamente ofrece a sus visitantes una exhibición permanente de esta especie con más de 20 individuos en exhibición, de las variedades leucístico o “blanco”, albino, pardo, que es el más común en Xochimilco y “arlequín”.

El ajolote mexicano Ambystoma mexicanum es un anfibio único y fascinante, conocido tanto por su apariencia como por sus habilidades extraordinarias. Su cuerpo es alargado y puede medir entre 15 y 30 centímetros. Una de sus características más distintivas son las branquias externas, que parecen penachos rojizos o rosados a los lados de su cabeza, dándole una apariencia peculiar. Su piel, lisa al tacto, puede ser de diversos colores, como negro, marrón, blanco o leucístico y albinos, e incluso presentar patrones moteados.

Una de las habilidades más notables del ajolote es su capacidad de regeneración. Este animal puede reconstruir extremidades, órganos internos, la médula espinal e incluso partes de su cerebro y corazón, un fenómeno que ha despertado el interés de la comunidad científica a nivel mundial. Además, los ajolotes tienen una respiración mixta, ya que pueden absorber oxígeno a través de sus branquias, pulmones y piel, lo que les permite adaptarse a diferentes condiciones acuáticas.

El ajolote es un ejemplo de neotenia, ya que conserva características larvales durante toda su vida adulta, como las branquias externas y su permanencia en el agua, aunque en circunstancias extremas pueden completar su metamorfosis y adoptar una forma terrestre. Su hábitat natural se encuentra en los canales y lagos del Valle de México, como Xochimilco y Chalco, donde prefieren aguas frescas, poco profundas y con abundante vegetación acuática. En cuanto a su dieta, los ajolotes son carnívoros y se alimentan de pequeños peces, larvas de insectos, moluscos y lombrices, contribuyendo al equilibrio ecológico de su entorno. Sin embargo, esta especie se encuentra en peligro crítico de extinción debido a la pérdida de su hábitat, la contaminación del agua y la introducción de especies exóticas.

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