Del centro de Cozumel a la bahía son 15 minutos, y otros 15 para cruzar el mar hacia la isla, donde la brisa y Sol son los únicos acompañantes.
A lo lejos se ve una mancha blanca, «es una reserva de arena», afirma Martha, ante la sospecha de los pasajeros.
Desde las 8:00 horas las lanchas llevan a los turistas a esta isla. Por unos 450 pesos se incluye el traslado de ida y regreso de Cozumel a Isla de la Pasión, comidas, bebidas y actividades acuáticas.
La isla cuenta con trampolines inflables gigantes, para los niños, kayaks y una carpa para relajarse con los masajes que se brindan al aire libre. También se puede practicar veleo y disfrutar de la aventura a bordo de la embarcación Tornado, que realiza paseos a toda velocidad y giros de 360 grados por las aguas del Caribe mexicano.
Además, a finales de este año, se planea la construcción de un mini golf de nueve hoyos, así como la incorporación de una pared para rappel, entre otros atractivos.
Entre los proyectos también está convertir a la isla en un lugar sustentable. Actualmente preparan su propia composta con desechos orgánicos que se generan ahí mismo y se planea realizar un jardín botánico.
Se trata de una playa privada, catalogada por muchos como una de las mejores de Cozumel, donde el mayor beneficio es el de tomar el Sol, nadar, jugar y relajarse, sin la menor de las prisas, bueno, todo eso hasta las 15:00 horas, cuando la isla cierra sus puertas.
Además de su malecón, que se mira limpio a orillas de las aguas del mar azul turquesa del Caribe, a lo largo del cual es posible encontrar una gran diversidad de restaurantes, bares y tiendas, paraíso de los amantes del shopping, Cozumel también es sorpresas acuáticas, bellos paisajes naturales, actividades para toda la familia y playas privadas, ideales para relajarse y olvidarse de la rutina.