Lito y su relación con Borge, Carlos, y Gustavo. Habla en entrevista
Hablar de mi familia es tan complicado, que muchas veces es usado por varios “malosos” para tratar de “amarrar navajas”. Con respeto me preguntas y con toda buena intención te respondo. Y lo hago sobre la familia Joaquín, mi familia. Siempre llegan con fines desconocidos para señalar que si Pedro tal cosa, que si Gustavo esto, que si Carlos aquello, que si Roberto Borge y los Joaquín, que si el ex gobernador y mi familia. Creo que muchas veces esos “malosos” están urdiendo como buscar problemas y algunas veces se salen con la suya.
Y debo de reconocer, que me sorprende la madurez política de alguien a quien justamente, lo han catalogado sin esa altura que en realidad merece. Y pienso en lo mucho que han perdido en un tema tan desgaste como estéril.
Como digo-nos repite-, soy un Joaquín y quiero a mi familia, pero, cada quien es arquitecto de su propio destino y cada quien ha elegido lo que ha querido hacer. Sin embargo, hoy que tengo la oportunidad, públicamente quiero dejar claro algunas cosas:
Primeramente decir que yo siempre creí y apoyé el proyecto de Roberto Borge hacia la gubernatura, aún mucho antes que otros se adhirieran a él. Aurelio Joaquín siempre estuvo a su lado. Beto lo sabe. Yo creí en Roberto Borge desde el inicio, tan es así que Roberto; el sr. gobernador es mi compadre desde hace ya cinco años, desde cuando iniciaba la administración del Lic. Félix González. En ese entonces, le pedí que fuera mi compadre y bueno, nosotros no teníamos todavía la visión de si uno iba a ser diputado federal, diputado local, presidente municipal o gobernador. Solo éramos dos jóvenes amigos. Teníamos las ganas y queríamos llegar, pero en política ya teníamos experiencia de las altas y bajas de esta, vistas a través de dos ejemplos cercanos: El con su tío Miguel y yo con mi tío Pedro. Sabíamos que la política es cambiante y lo platicamos en su momento.
Luego de esta confesión que seguramente dejará a más de uno sorprendido, por esa insistencia en etiquetarlo como parte de un paquete negociado, Aurelio continúa contándonos lo contento y satisfecho que se siente al poder visualizar el sendero de su actual vida política.
Y para que no quepa duda, afirma que esa unidad con el actual gobernador existe hoy más que nunca. Que lo llena de felicidad el que hoy, “tengamos a Roberto Borge como gobernador”. Pero que te puedo decir yo, Beto ha sido y es, mi amigo, mi compadre y el sabe que creí en el cuando mucha gente no lo hacía. Y nos dice en forma jocosa, que de ahí le salió el mote con el cual muchos lo identifican ya en Cozumel: el “soldado”. Uno que se considera como el primero y el último soldado de Roberto Borge.
Y pensando precisamente en el tema de las decisiones, nos señala las que el mismo, en su gobierno ha sido cuidadoso de tomar, ya que al final terminan siendo a veces muy benéficas para muchos y a lo mejor para otros terminan no gustándoles. Se lesionan intereses. No tengo una varita mágica para poder satisfacer a todos. Por otro lado, no soy afecto a escuchar asesorías de quienes se acercan a venderme “espejitos” de colores. Desgraciadamente en el camino te vas topando con estos asesores que solo tienen intereses personales y/o de algún grupo, y puede resultar contraproducente porque sólo te complican el camino.
Aurelio, como un huracán, o torbellino, derrocha energía tan solo al hablar. No para nada, ya encarrilado, y como buen conversador, lo escuchas con atención, y solo se deja interrumpir por la presencia de algún miembro de su equipo, pidiendo su aprobación o indicación para tal o cual asunto. El controla casi todo, o al menos eso trata. Aunque reconoce que no es un todólogo.