Los “Judas” de la Croc
La traición en la política parece que es el común denominador, y a unos días de concluir el 2017, vale la pena recordar a los judas de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (Croc) que vendieron en su momento a quienes representaron.
Judas vendió a Jesús, y ellos vendieron su conciencia sindical al mejor postor en diferentes momentos de la historia y terminaron siendo destituidos la gran mayoría desde hace más de 20 años.
La traición, no tiene territorio, como en el caso del jalisciense Antonio Álvarez Esparza que después de fallecer en 2005 Alberto Juárez Blancas fue acusado de tratos en lo oscurito con los contratos colectivos y muchos años desapareció de la escena estatal y nacional.
En el centro del país, sobresale la figura de Eliseo Vázquez, de la entidad más pequeña del país geográficamente hablando, como es Tlaxcala. Fue expulsado desde el año de 1993 por estar involucrado en un robo que lo llevó a más de un año estar preso.
No valdría la pena mencionar a Marcos Ruíz de Morelos, e Irma Gómez de Guanajuato, ya que el cargo que ocuparon en su momento fue de membrete porque nunca contaron con estructura sindical, pero si destacaron por las irregularidades cometidas en sus administraciones ya que nunca contaron con afiliados o con contrato colectivo de alguna empresa
En Quintana Roo, sobresale Salvador Ramos, quien fuera destituido en 1995, debido a que los trabajadores denunciaron abusos del ex secretario general e incluso pagó con pena corporal por internar adueñarse de diversas propiedades del sindicato, además de crear una asociación civil para desviar recursos económicos y desviar propinas tanto de hoteleros como trabajadores; su yerno Rafael Quintana, coordinador de diversos hoteles y responsable de las cobro de cuotas sindicales, fue expulsado del sindicato junto con su familia
En Chiapas, Eligio Francisco Cordero Moreno fue señalado de fraude y venta de concesiones de taxis y camiones, que llevaron al declive a la organización.
En Nuevo León la familia Serna, es sinónimo de cacicazgo y corrupción, hijo del fallecido Agustín Serna Servín, César Alberto Serna de León, fue designado al cargo de secretario general en el estado cuando su padre entregó la dirigencia; pero después es destituido del cargo por diversas irregularidades en sus funciones. Ramón Serna (sobrino), acusado de extorsionar a empresario y comerciantes, exhibido en su momento con videos en las redes sociales. Ramón Serna Servín (hermano) relevado de una candidatura a regidor de Monterrey, después de darse a conocer el video de su hijo. Además de ser inhabilitado de la organización quien fuera ex dirigente del transporte en el Estado, ya que realizaba las mismas prácticas de intimidación a los empresarios; además de agredir de forma verbal a los trabajadores y amenazarlos de muerte.
Por último, en esta primera lista: Alberto Juárez junior: personaje que nació en cuna de oro rodeado de lujos y privilegios, en donde su padre le obsequió una empresa que llevó a la banca rota, ranchos, ganado y viajes. El hijo de Alberto Juárez jamás fue un líder sindical y perdió todas sus riquezas. En la actualidad sólo cuenta con una organización que lleva el nombre de su fallecido padre.
Pese a sus antecedentes, varios de estos hombres buscan ahora crear un sindicato “patito”, tratando que el corrupto partido del PRI les brinde una nueva oportunidad de seguir engañando a la sociedad, pero también buscando el apoyo de los también desacreditados PRD y MORENA. En fin, cada quien sabrá si creerles que son honestos y luchadores sociales u oportunistas.