@RoyCampos comparte su Reporte de campaña: cinco de 13
03 de mayo de 2018. – Las campañas se mueven y no porque se hayan movido las preferencias.
Parece haberse terminado la discusión sobre el segundo lugar y permeó la
idea que las encuestas serias han mostrado desde siempre: que el candidato del PAN va hoy más adelante que el del PRI. Al menos eso opinan empresarios y algunos opinadores que introdujeron una idea que Ricardo Anaya maneja desde la primera semana, la de la posibilidad de un voto estratégico (útil le llaman ellos, pero sigo negándome a llamar útil o inútil a la decisión personal de cada ciudadano) para evitar el triunfo de López Obrador.
Una vez terminado el postdebate, los candidatos decidieron que se les está
acabando el tiempo y con ello las oportunidades de tumbar al puntero, y así empezamos a ver campañas negativas. No estoy en contra de ellas,
permiten conocer mejor a quienes aspiran a gobernar, ponen a prueba a los candidatos a presiones públicas y nos enseñan su carácter; lo único que
reclamo, al igual que la ley, es que una campaña negativa se vuelva de
calumnias, y con las redes sociales es prácticamente imposible evitarlo.
Pero el caso es que aparecieron las campañas negativas:
1. Vimos spots de José Antonio Meade tratando de generar miedo hacia
AMLO por su propuesta de “amnistía”.
2. Circularon camiones en la Ciudad de México anunciando la aparición de
un documental sobre populismo con la imagen en primer plano de López
Obrador junto a Chávez, lo que generó la circulación en redes de muchos
comentarios atacándolo con esa etiqueta.
3. Apareció un spot de Mexicanos Primero que pedía a los candidatos
apoyar a la educación y al final pedía votar por quien la apoye. No puede
dejar de leerse como un spot contra AMLO, quien ha dicho que cancelaría la reforma educativa de este sexenio.
El INE decidió, en votación dividida,
permitir el spot y seguramente la Corte decidirá que violó la Constitución.
4. Aprovechando un video del escritor Paco Ignacio Taibo II, miembro de
Morena, en el que pedía presionar a AMLO para expropiar empresas que no lo apoyaran en su gobierno, circuló por mensajería una campaña de miedo
que obligó a López Obrador a declarar que no habría ninguna expropiación.
5. Todas esas negativas iban hacia AMLO, y entonces Morena respondió
con un spot atacando a Anaya con el tema de la residencia temporal de su
familia en Atlanta. La decisión de que sea Anaya su objetivo también es un
reconocimiento a su segundo lugar.
Por otro lado, una reunión con consejeros de Citibanamex dio una nota importante y generó la agenda de la semana. Ricardo Anaya aceptó la
posibilidad de sentarse a platicar con Peña Nieto (y con cualquiera que
fuera necesario) para evitar el posible triunfo de AMLO, y eso inmediatamente fue interpretado como la posibilidad de un voto estratégico, al grado de que el propio AMLO mandó reiteradamente una advertencia a Meade de que lo querían sacrificar, y Anaya tuvo que salir a explicar que el “voto útil” que busca era el de los ciudadanos y no el de las cúpulas.
A partir de ese momento el tema fue creciendo, empresarios declarando,
memes y videos en redes, opinadores haciendo hipótesis de la posible
reacción del electorado, acusaciones de AMLO de que un grupo de
empresarios presionaba al presidente para que ayude con las declinaciones
de Margarita y Meade. Los voceros de Anaya, montados ya todos en
comunicar la idea de una “segunda vuelta” virtual donde se vote entre dos
opciones, etcétera. La sombra del voto estratégico fue la protagonista de la
semana.
Esta estrategia de Ricardo Anaya no me sorprende. De alguna manera la
evidenció desde diciembre, cuando buscaba primero asegurar el segundo
lugar y luego la confirmó en marzo, cuando anunció que ya no debatiría
con “el lejano” tercer lugar. Tampoco es una estrategia nueva, recuerda
mucho a la que utilizó Vicente Fox en 2000. Fox dedicó la primera parte de la campaña no a mostrar liderazgo en las preferencias sino a indicar que el
único que podría ganarle al PRI era él.
Para ello primero descartó a
Cuauhtémoc Cárdenas y después llamó a los perredistas a sacar al PRI. Una
diferencia importante es que Fox y Cárdenas nunca se pelearon como lo
han hecho Anaya y el PRI, pero en el fondo la estrategia de voto “útil” es
parecida.
Margarita y “El Bronco”, ya sin la exposición que les dio el debate, siguen
sin dar nota, aprovechando cualquier foro pero sin lograr poner un tema en
la agenda. Insisto en que el problema de ambos es que ninguno de los otros
candidatos les presentan frente, nadie se pelea con ellos; en términos llanos,
son ignorados y eso les resta interés ante el ciudadano.
Para dejar constancia de mi posición sobre el spot de Mexicanos Primero,
creo que las leyes deberían permitir que cualquier ciudadano o grupo que se considere en peligro o amenazado pueda defenderse. En ese sentido estoy
en desacuerdo con la ley actual, pero también creo que el spot viola la ley
como hoy está y que debería haberse bajado del aire. Si no lo dice así, el
Tribunal Electoral abrirá la puerta a muchos spots similares.
Colofón. Cuando los diputados una semana antes aprobaron unánimemente la desaparición del fuero y que el equipo de Meade la festinó como la “ley Meade”, esta semana el Senado la congeló, y en esta semana cambió la dirigencia nacional del PRI, aceptación tácita de que las cosas no son como quisieran. Y los hombres de negocios en un desplegado enfrentan declaraciones de AMLO; se abre la confrontación.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Reporte-de-campana-5-de-13-
20180503-0137.html