Prevención y tratamiento de las alergias primaverales, escribe el Doctor Baquedano
Llega la primavera y con ella los aires, la floración y las alergias.
En la región donde vivo es muy común que un árbol llamado Ceiba, conocido en la zona como Pochote, en maya como Ya ax che o por su nombre científico Ceiba pentandra, empiece a soltar las semillas de su fruto, las cuales son suspendidas en el aire a través de una envoltura de finas fibras de algodón.
Estas fibras o pelusa, empiezan a flotar en el aíre, algunas veces imperceptibles, pero que al entrar en contacto con la mucosa nasal o conjuntival (de los ojos) provocan una reacción que puede ser estornudos, rinorrea (mocos por la nariz), epífora (lagrimeo), picor o escozor, de manera tal que las personas que tienen antecedentes de alergias respiratorias son más susceptibles a desencadenar síntomas agudos.
Es por tal motivo, que en esta temporada, en la cual no hay frío, se presenten enfermedades respiratorias, que en muchas ocasiones se confunden con procesos infecciosos, aunque la gran mayoría no lo son.
Y así como la ceiba, otros árboles y plantas están en floración, lo que deriva en la liberación de polen, causante de muchas reacciones alérgicas en la población susceptible.
Entre las patologías más comunes que se observan en esta época, tenemos a la Rinitis Estacional, Crisis Asmáticas y Conjuntivitis.
La Rinitis Estacional es causada por el contacto del polen con la mucosa nasal, provocando síntomas como rinorrea, estornudos, congestión nasal, carraspera, tos leve, otalgia (dolor de oído), odinofagia (dolor de garganta), disfonía (disminución del timbre de la voz), sinusitis e incluso descender hasta los bronquios y provocar sibilancias en casos más grave.
Es más común en los niños pequeños, aunque se puede presentar a cualquier edad, sobre todos en las personas que tienen antecedente de alergias.
Esta patología, no es una infección, es una reacción alérgica, por lo que no es necesario el uso de antivirales y mucho menos de antibióticos, motivo por el cual está contraindicado utilizarlos. Es por esta misma razón, que los niños que acuden a guardería, no tienen que ser suspendidos necesariamente, puesto que al no ser infeccioso el origen de los síntomas, no existirá un contagio hacia los demás niños con los que interactúa.
El tiempo de evolución de la enfermedad puede ser prolongado y va a depender del tiempo que el individuo esté expuesto al contacto con el polen.
En el tratamiento habitual, se utilizan antihistamínicos (conocidos también como antialérgicos) desinflamatorios de tipo esteroide, analgésicos y en caso de ser necesarios, antitusígenos (jarabes para la tos).
Con respecto a los jarabes para la tos, es importante recalcar que existen antitusivos y expectorantes. Estos último no deben ser utilizados en la rinitis, ya que empeoran la tos en lugar de mejorarla.
Desafortunadamente es una práctica común el uso de antibióticos en estas patologías, ya sea por prescripción médica o autoprescripción. Sin embargo, es una medida inadecuada debido a que no se trata de una enfermedad infecciosa y por consiguiente, los antibióticos no son necesarios. Administrar de forma indiscriminada estos medicamentos puede provocar, además de los efectos secundarios propios, crear una resistencia bacteriana que propicia que, al momento de ser necesarios, ya no surtan efecto.
El color del moco no es un parámetro que indique el uso de antibióticos, puesto que su coloración no necesariamente depende de la presencia de bacterias, sino más bien del momento que se produce. Por eso el flujo nasal es más espeso y amarillo en la mañana, pero en el transcurso del día se torna transparente y más líquidos.
El Asma es una enfermedad inflamatoria obstructiva con producción excesiva de moco en los bronquios por hiperreacción.
Como ya he mencionado previamente, es común que en la temporada de polen se generen Crisis Asmáticas que consisten en la agudización abrupta de la inflamación e hiperreacción de los bronquios, produciendo síntomas respiratorios de severidad, que incluso pueden hasta causar la muerte.
Los síntomas más evidentes en las Crisis Asmática son tos en forma de accesos, dificultad respiratoria entrecortada, con sibilancias o estridor respiratorio, uso de músculos respiratorios (retracción de las costillas y disociación de movimientos entre el tórax y el abdomen), taquicardia (aumento de la frecuencia cardiaca).
Ésta es una situación grave y peligrosa, la cual requiere atención médica inmediata ya que puede provocar un Síndrome de Dificultad Respiratoria que puede ser mortal.
De hecho, es recomendable que la Crisis Asmática se trate desde los primeros momentos de su aparición, pues existe un porcentaje más elevado de pronta mejoría.
Los pacientes con Asma de larga evolución habitualmente tienen tratamiento de rescate que saben utilizar correctamente. Sin embargo, es necesario que después de haber utilizado las primeras dosis de su tratamiento, acudan a revisión médica.
No es válido pensar ¿a qué voy al médico si tengo crisis, ya que siempre me receta lo mismo? Y no es válido, debido a que ninguna crisis es igual y más vale una detección temprana a tiempo.
La automedicación es una práctica que no recomiendo de ninguna manera, y peor aun cuando esta automedicación es asistida por el personal de venta de las farmacias, quienes pueden ofrecer medicamentos por experiencia, pero con muy poco o nulo conocimiento de las indicaciones, dosificación, efectos adversos, contraindicaciones e interacciones medicamentosas.
Con respecto a las Conjuntivitis, se caracterizan por el enrojecimiento del ojo, inflamación o edema de los párpados, lagrimeo excesivo (epifora), sensación de cuerpo extraño, comezón y dolor ocular.
Es muy difícil identificar a simple vista si se trata de una reacción alérgica o una infección, por lo que su atención médica es necesaria, debido a que si es alérgica no habrá problemas, pero en caso de ser infecciosa, su contagio es sumamente rápido. Así que con el fin de evitar contagios a los demás, se requiere atención médica inmediata.
En síntesis, es importante conocer para poder identificar datos de alarma y entender el porqué de la necesidad de una atención médica aun en enfermedades aparentemente sencillas.
Y termino enfatizando que la automedicación es una práctica incorrecta e incluso peligrosa, que a la larga puede causar más perjuicios que beneficios, en salud, economía y productividad (al dejar de trabajar).
Recuerda, no todos los estornudos y flujo nasal son una infección.