La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) llevó a cabo la revisión de 20 toneladas de Pepino de Mar de la especie Isostichopus badionotus, en el Aeropuerto Internacional de Cancún, Quintana Roo, los cuales tenían como destino final la ciudad de Hong Kong, de la República Popular de China.
Como parte de las acciones de supervisión e inspección permanente en puertos, aeropuertos y fronteras del país contra el tráfico de recursos marinos, personal de la Delegación Federal de la PROFEPA en Quintana Roo inspeccionó, en materia de vida silvestre, dos contenedores en los que se trasportaban 20 toneladas de pepino de mar.
En coordinación con elementos de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) y el Sistema de Administración Tributaria (SAT), los inspectores federales llevaron a cabo la revisión de cada uno de los contenedores de 10 toneladas cada uno.
Por ello, constataron que cuyo cargamento se trataba de pepino de mar de nombre común choco chip (Isostichopus badionotus), misma que se distribuye en nuestro país en el Golfo de México y el Mar Caribe, pero no se encuentra enlistada dentro la Norma Oficial Mexicana, NOM-059-SEMARNAT-2010.
De la inspección ocular se desprende que el producto venía en en estado precocido y congelado, procedente de la Ciudad de Progreso, Yucatán.
Asimismo, durante la inspección, personal de la PROFEPA verificó la procedencia legal de la mercancía, revisando la documentación exhibida por la agencia aduanal.
Es importante resaltar que en México también contamos con la especie de Pepino de Mar (Isostichopus fuscus) misma que se distribuye en el Golfo de California y que debido a su categoría de riesgo por leyes nacionales e internacionales, su aprovechamiento está sujeto a contar con los permisos y las autorizaciones emitidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
De acuerdo a la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES por sus siglas en inglés), esta especie está incluida en el Apéndice III, lo cual implica que deben cumplirse restricciones en su movimientos transfronterizos.
La PROFEPA ha detectado en los últimos años intentos de exportación irregular de esta especie en diversos puntos de nuestro territorio, por lo que se ha reforzado las acciones de vigilancia de manera estricta y coordinada en los puertos, aeropuertos y cruces fronterizos.
De este modo, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente cumple con la labor de garantizar la legal procedencia de las mercancías que se pretendan movilizar por los puertos, aeropuertos y fronteras de México; combate el tráfico internacional de especies protegidas y protege la biodiversidad nacional.
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