Las similitudes de Cancún con Madrid y Barcelona, entorno a Uber

La llegada de Uber en Quintana Roo, va más allá del campo de la especulación cuando se dice que los taxistas doblegaron al gobierno, o si el gobierno del cambio ha roto paradigmas del sindicalismo, dado que los más importantes son los ciudadanos que tienen derecho a decidir como moverse, ya sea en taxi o a través de una aplicación como Uber.

 

Barcelona guarda con Cancún – Quintana Roo, un paralelismo en la regulación de las plataformas como Uber y Cabify, dado que la empresa se alejó por un periodo de 3 años, mientras los Ayuntamientos, cabildearon una regulación que les permitiera trabajar conforme a las leyes locales, como ocurrió en Quintana Roo con la Ley de Movilidad. Uber en Cancún a finales de diciembre del 2017 anunció una pausa indefinida de su servicio, misma que ya cumple medio año, dejando colgados a quienes compraron vehículos para ponerlos a trabajar.

 

 

El portal xataka.com en su edición del 12 de marzo, explicó que “Uber vuelve (volvió) definitivamente a Barcelona. Lo hará a partir de hoy mismo, martes 13 de marzo (del 2018) a las 8:00 de la mañana, hora en la que empezará a prestar servicio en Barcelona con UberX. Tras tres años de ausencia”.

 

https://www.xataka.com/servicios/uber-vuelve-a-barcelona-con-uberx-su-servicio-con-conductores-con-licencia-vtc

 

 

En España, Uber aceptó la regulación o licencias VTC, que sería el equivalente a la Ley de Movilidad de Quintana Roo que permite la entrada de aplicaciones, cosa que no estaba permitida por la Ley de Movilidad que dejó la legislatura pasada en 2015, y obligó a la aplicación a dar el servicio de manera irregular, haciendo que la Secretaría de Infraestructura y Transportes aplicara la Ley mediante multas y hasta corralón a las unidades.

 

El diario El País en su edición digital, da cuenta de la forma de operar de la plataforma a través de un permiso o concesión VTC que exige por cada unidad particular existan en las calles 30 taxis.

 

https://elpais.com/economia/2017/12/04/actualidad/1512396197_651701.html

 

 

Apenas el 14 de junio, (dos semanas antes de la elección concurrente) el Gobernador Carlos Joaquín mandó al Congreso del Estado una iniciativa de reformas para Ley Movilidad, que pone el piso parejo a todos aquellos que presten el servicio de transportación de pasajeros, exigiendo una concesión de 10 años, más la contribución que toda empresa debe de hacer cuando operar cualquier negocio en el mundo.

 

Situación que orilló a presionar a los representantes de Uber mediante una manifestación a las afueras del congreso del Estado, para evitar las Reformas propuestas por el Ejecutivo estatal

 

Ley de Movilidad de Quintana Roo, fue aprobada el pasado 28 de mayo y fue publicada en el Periódico Oficial del Estado el 14 de junio y reformada en esta misma semana que concluye, en medio de especulaciones y desinformación.

 

Joaquín González Castro, Subsecretario de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Gobierno de Quintana Roo, explicó que el Gobierno de Carlos Joaquín, derogó la Ley del 2015 y ahora el Instituto de Movilidad, próximo a crearse, será el encargado de transparentar la entrega de concesiones que antes eran a discreción del gobierno en turno.

 

Uber tiene presencia en varias partes del mundo, y ha tenido que adaptarse a las regulaciones de ciudades como Madrid y Barcelona que exigen una licencia para los vehículos VTC, algo así como la concesión que tienen los taxistas, con lo que se pone el piso parejo a los operadores del volante.

 

La Ley de Movilidad de Quintana Roo, se ha logrado colocar a la altura de países europeos que exigen un servicio de calidad, pero también obliga a empresas que contribuyan de manera leal y se les trate con la misma vara que al Sindicato de Taxistas Andrés Quintana Roo, que ha estado desde hace 4 décadas prestando el servicio de transportación.

 

Sin lugar a dudas la competencia obligó a los taxistas del Frente Único de Trabajadores del Volante de Quintana Roo, a buscar dar un mejor servicio y a promover aplicaciones como Uber, para evitar que la transnacional no ofrezca el servicio principalmente en Cancún, pero el clamor general de la gente es la apertura a la libre competencia y al derecho del consumidor a decidir como moverse  y en qué tipo de vehículos hacerlo.

 

 

 

 

 

 

 

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