Si no lo sabías desde los años 50 se cultiva el diamante en laboratorios especializados. El proceso empleado está tan perfeccionado, que es muy difícil diferenciar una gema natural de una sintética, creada en un laboratorio.
Además, esta práctica se ha vuelto muy popular en México y otros países puesto que, diversas organizaciones del sector de joyería, aeroespacial, salud, automotor, por nombrar algunos; están fuertemente alineadas con los valores de ética y sustentabilidad en esta industria. ¿Interesado en el tema?, sigue leyendo para que te aprendas más sobre los brillantes de laboratorio.
Diamantes cultivados en laboratorio y su uso en la construcción de motores de automóviles
Está comprobado que la piedra más dura que existe sobre nuestro planeta es el diamante. Por esto, no solo es usado en la joyería, también son utilizados en herramientas para cortar y taladrar. Esto gracias a que, facilita mucho estas labores por su precisión y rapidez.
Sin embargo, el proceso de minería para la extracción natural ocasiona un gran impacto ambiental. Por esta razón, desde hace varias décadas en muchos países del mundo, incluyendo a México se ha popularizado un proceso científico; donde en un laboratorio se pueden reproducir las condiciones climáticas para cultivar estas gemas.
De hecho, un diamante “sintético” tiene parámetros perfectos con respecto a color, pureza y calidad. Incluso, los expertos afirman que son más elevados que los de una piedra que ha pasado por un proceso geológico de miles de años.
Diamantes para la construcción de motores
En la actualidad el sector industrial está más sensibilizado con la utilización de materiales sostenibles. Por ello, la industria automotriz está empleando los diamantes cultivado en un laboratorio para varios de sus procesos productivos.
Por ejemplo, la compañía Nissan ha implementado una técnica de perforación para los cilindros de un motor. La broca para taladrar usa fragmentos de diamante sintético; lo cual permite que la perforación sea mucho más rápida y perfecta. Así, los cilindros serán más brillantes y no ocurrirán fricciones mientras trabaja el motor del vehículo.
De igual forma, otras compañías automotrices en México y otras latitudes, están usando el diamante cultivado en algunas partes de los vehículos; como en las cajas de cambio. Asimismo, para la fabricación de lacas y pinturas mucho más resistentes, que al aplicarlas en una carrocería disminuyen los rayones.
También, se está proponiendo aprovechar la sensibilidad de la gema a las ondas magnéticas. Todo con el fin, de que sean usados como un medio para el reemplazo de dispositivos GPS; lo cual sería más eficiente en la navegación y por supuesto más económica.
Diamantes cultivados en laboratorio como tributo a los seres queridos fallecidos
Perder a un familiar o a una mascota es un momento muy doloroso. Sin embargo, es posible rendirles tributo y preservar su recuerdo por la eternidad. Esto gracias a que, actualmente existen empresas en México y otras regiones, dedicadas a transformar cenizas de cremación y el pelo en diamantes conmemorativos.
Estas gemas memoriales pasan por un procedimiento, donde los restos cremados son sometidos a una purificación manual varios meses. Asimismo, con la tecnología HPHT se recrean temperaturas extremas y presiones que forman un diamante. Así, se obtiene una piedra con pureza del 99,99%, sin color artificial ni compuesto por metales pesados.
Cabe destacar que, la piedra cultivada en laboratorios de México cuenta con un certificado de autenticidad. Un certificado de autenticidad proporciona una prueba científica de que el diamante cultivado en la laboratorio es, en efecto, de las cenizas de un ser querido fallecido. Este certificado, junto con su gema, puede ser presentado a un laboratorio de clasificación de diamantes internacionalmente acreditado de su elección para su re-verificación.
Conviene mencionar que, esta piedra se mide por una unidad de peso denominada quilate. Un quilate corresponde a 0.2 gramos de peso. Ahora bien, si quieres realizar una gema conmemorativa, el quilate y tamaño dependerá del tiempo de crecimiento durante el proceso de creación de un diamante a partir de cenizas en el laboratorio.
Estos tamaños también dependen de quién fabrica el diamante cultivado en el laboratorio. Los tamaños pueden ser más pequeños que 0,25 quilates y más grandes que 2,00 quilates.
El precio se determina por todas las características seleccionadas para el diamante (color, corte y tamaño del quilate). Otras características adicionales como los engastes de joyería, los mensajes personalizados y la certificación de un laboratorio de clasificación de diamantes acreditado internacionalmente también contribuyen al precio final de su gema.
En cuanto al color, se refiere al color que surja luego que las cenizas sean sometidas a un proceso adicional de la sintetización durante el cultivo. Las tonalidades pueden ser amarillo verdoso, rojo, azul, ámbar y tono puro.
Estos procesos adicionales se utilizan para crear diamantes rojos y amarillo verdoso. Los diamantes ámbar son el resultado de la presencia de nitrógeno en las cenizas de la cremación; los diamantes azules son el resultado de la presencia de boro, y los puramente incoloros se crean eliminando todos los demás elementos excepto el carbono antes del proceso de síntesis del diamante.
Asimismo, las personas tienen la posibilidad de elegir el corte del diamante según su preferencia.
¿Por qué los diamantes creados en laboratorio están continuamente ganando
popularidad en México?
Existen varias razones por las cuales una piedra cultivada en un laboratorio cada vez se vuelve más popular en México. De inmediato, te las presentamos para que saques tus propias conclusiones:
● Tienen mayor pureza y calidad: Al adquirir diamantes cultivados tienes garantía que su
pureza será de 99,99%. Sin impurezas, ni defectos que deforman la estructura
cristalina de la piedra. Durante el proceso de fabricación las condiciones son
controladas para una mayor calidad.
● Origen conocido: Desde un principio sabes el origen de estos brillantes. Al contrario de
las gemas naturales que generalmente son extraídas de regiones donde hay conflictos
de toda especie.
● No se agrede el medio ambiente: No existen dudas que las gemas cultivadas son
ecológicos y sostenibles. No son extraídos de la tierra con procedimientos que agreden
el medio ambiente. Por tanto, no existe en ningún momento un daño ambiental.
● Disponibles en varios colores: Para el cultivo de esta piedra en un laboratorio, se
emplea una tecnología innovadora que permite crear gemas de colores. De hecho,
estas coloraciones son más pulcras, estables y brillantes que las que pueden tener las
piedras naturales.
● Cuentan con certificación: Cuando se adquieren piedras cultivadas se recibe una
certificación de que esta joya es genuina. Estos certificados son otorgados por
instituciones reputadas internacionalmente como la GIA y la IGI.
● Seguros: El hecho de que las gemas sintéticas sean cultivadas en un laboratorio, no
significa que sean inseguras. Todo lo contrario, está demostrado que su composición
carece de metales pesados como bromuro de sodio, mercurio, plomo y bismuto.
Conclusión
Los diamantes cultivados en laboratorio se han convertido en una alternativa sustentable para reducir el impacto ambiental de la minería. Indiscutiblemente, es una excelente opción amigable con el ambiente, que se ha vuelto cada vez más popular. Si te atraen estas piedras para lucirlos en una joya o para conservarlo como una gema conmemorativa, un diamante de laboratorio, es una excelente opción con respecto a sostenibilidad, precio, pureza, perfección y belleza.