Cancún, Q. Roo; 4 de diciembre de 2012.- “No temo a las amenazas de Julián Ricalde ni a sus represalias; tengo carácter y valor para enfrentar sus provocaciones”, fue la respuesta del presidente del PRI municipal en Cancún, Paul Carrillo de Cáceres, a los ataques lanzados por el edil benitojuarense en torno a que iniciará una persecución fiscal en su contra y de su familia.
Señaló que la administración perredista que tiene a su cargo el gobierno municipal, sigue la misma línea del PRD, “son provocadores, violentos con el ciudadano que con el producto de su esfuerzo y trabajo honesto, les paga sus sueldos, y prueba de ello son el mismo alcalde, y sus colaboradores cercanos, como Karim De la Rosa, Jorge Aguilar y María Eugenia Córdova”.
Paul Carrillo insistió en que la mala forma de gobernar de los encargados del ayuntamiento, con desorden y falta de sensibilidad social, mantiene a una sociedad benitojuarense inconforme, por la falta de transparencia en uso de los recursos público, y porque no han sido
capaces de mejorar las condiciones de vida de la gente, lamentó.
“Como diputado en funciones del PRI, en conjunto con el partido verdecologista solicitamos a la autoridad municipal que rindiera cuentas de la paramunicipal Siresol, y Julián Ricalde nos dijo, ante medios de comunicación, que contaba con ella, como si fuera cosa sólo de encarpetarla, pero han pasado 67 días de esto, y a la fecha no se sabe nada, el alcalde no responde”, consignó.
El político cancunense indicó que los problemas de la ciudad están a la vista: hay calles sucias, falta alumbrado público en muchas partes de Cancún, reina la inseguridad, y la gente se da cuenta que la ciudad está abandonada, tiene desconfianza de sus policías que a la fecha están sin certificar, es decir, falta alguien que venga a poner orden, que debe ser prioridad para un gobierno municipal.
La ineficiencia de Ricalde, tiene explicación El dirigente tricolor sostuvo que “gobernar no es un juego, pero hay quienes piensan que sí lo es; gobernar es una gran responsabilidad, y para ello se requiere disciplina, honestidad y espíritu de servicios público”.
Paul Carrillo dijo comprender la ineficiencia y desaciertos del presidente municipal Julián Ricalde, pero recalcó que por ningún motivo justifica su actuar: “Lo entiendo por su condición, porque estamos ante una persona que lamentablemente tiene ataques de ira y de ansiedad producto, lamentablemente, de su pasado etílico. Lo comprendo.”
“Ofrezco acompañarlo a las sesiones de alcohólicos anónimos y de neuróticos anónimos, para que pueda retomar la sensatez y ecuanimidad, porque entiendo que lo que padece es una enfermedad”, concluyó.