Un cuento de terror, describe Luciano Núñez, desde Pok Ta Pok

Por Luciano Núñez

Además de ser un apasionado por el San Lorenzo, el Tío Dardo es un gran narrador. A los que suelen ir a visitarlo, les ofrece de su prodigiosa memoria alguna historia futbolera o un cuento. Rodeado de naranjos y plantas de hortalizas, recordó para mí una historia que le impactó de niño: un cuento policial. Dos hombres discuten y en un rapto de ira uno mata al otro. Cuando advierte lo que acaba de hacer, el asesino limpia la escena del crimen y regresa a su casa. No puede dormir y recuerda que dejó algo que lo incrimina. Vuelve a entrar y encuentra más huellas. A mitad de camino, regresa y así sucesivas veces; cuando llega la policía -que recibió la llamada de un vecino, que advirtió algo andaba mal-, el homicida ni se inmuta: está limpiando las escaleras con un pedazo de tela para ocultar lo que ha hecho. Este hermoso cuento tiene similitudes con el famoso Blindaje que ideó la administración gubernamental que encabezó Roberto Borge Angulo.

Cuando el PRI -entonces gobierno- perdió las elecciones el pasado 5 de junio, supo que algo tenía que hacer con la escena que dejaba atrás: muchas de las cuentas no cerraban porque la derrota no estaba en el pronóstico y porque, además, era más que un crimen, un genocidio a las cuentas públicas de Quintana Roo. Las dos principales borradoras de huellas estaban en la Auditoría Superior del Estado y la entonces Procuraduría del Estado que, de paso, se convertiría en Fiscalía.

Un plan demasiado simple

El engranaje de un plan simple pero necesario, fue instruir al Congreso del Estado a agilizar los cambios: así, el 25 de junio, 20 días después de la gran derrota, los diputados sesionaron en el hotel Royalton, entre Benito Juárez y Puerto Morelos, ante el inminente peligro que representaban las protestas en el recinto de Chetumal, y allí nombraron al que debía vigilar las cuentas: el auditor Javier Zetina González (y a su suplente, Hugo Bonilla), y ratificaron a Carlos Álvarez Escalera como fiscal; cuya esposa se benefició con una notaría otorgada por Borge Angulo. Por la cantidad años, ambos nombramientos atravesarían la totalidad de la gestión del ganador: Carlos Joaquín González, quien a través de un video les pidió no traicionar a los ciudadanos nombrando a cómplices de la corrupción en cargos públicos.

El “All Inclusive”

Entre otras atrocidades, aprobaron incrementar el número de años (de 8 a 15 años) para que el entonces gobernador pudiera gozar de escoltas por más tiempo, algo que ya no pudo disfrutar en la cárcel en Panamá,  porque además, todos sus escoltas regresaron a la corporación o renunciaron. En ese paquetote también nombraron a Felipe Magaña SolísCarlos Lima Carvajal y Ángel Quintal Quintal como magistrados del Tribunal Superior de Justicia, y autorizaron a Solidaridad el refinanciamiento de un crédito de 250 millones de pesos de corto plazo, a mil 30 millones de pesos a largo plazo.

Quién fue quién

Víctor Mas Tah. “Hice lo que tenía que hacer: escuchar el clamor de la gente”, dijo en aquella oportunidad el representante de la Zona Maya.

El paquete de reformas que fue llamado “Blindaje” o “Paquete de impunidad”,  fue aprobado por 18 legisladores a puerta cerrada; con dos votos incondicionales al PRI de Hernán Villatoro, del Partido del Trabajo y Víctor Hugo Esquivel, de Movimiento Ciudadano. Los que votaron en contra fueron Sergio Bolio RosadoTrinidad García Argüelles y María Eugenia Azcorra, del PAN, el perredista Luis Miguel Ramírez Razo y acaso el más heroico fue el del priista Víctor Mas Tah. “Hice lo que tenía que hacer: escuchar el clamor de la gente”, dijo en aquella oportunidad el representante de la Zona Maya. José Ángel Chacón Arcos, priista de José María Morelos, también sostuvo un fuerte altercado verbal con el presidente de la Gran Comisión, Pedro Flota Alcocer, abandonó la sala “como muestra de rechazo y desacuerdo a dichas medidas”.

El intento de la administración de Borge Angulo de mantener control de la Fiscalía, terminó con la renuncia de Álvarez Escalera, y la semana pasada, concluyó el capítulo de la auditoría, con el nombramiento de Manuel Herrera Palacios. Ayer fue detenido el tercer miembro del gabinete de la administración pasada, Víctor Hugo Loyola, y quedan muchos bajo la figura del amparo.

El cuento del Tío Dardo termina con el asesino inculpado por su propia culpa, preso de su intento de borrar lo imborrable: un crimen alevoso y grosero, como el que intentaron ocultar un grupo de políticos que, incluso, ahora intentan pedir el voto. Cuatro –incluido Borge Angulo- ya han terminado en la cárcel, pero el daño es mayor: 11 mil 800 millones de pesos, con los que se podrían construir 11 hospitales generales como el de Cancún. Dicen que todo asesino regresa a la escena del crimen, los prófugos y amparados, lo saben…



Video de Carlos Joaquín dirigido a los diputados:

El director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Juan Pardinas Carpizo, aseguró que durante la administración de Roberto Borge Angulo se llegó a niveles nunca antes vistos de corrupción en el país y si bien, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte se robó el dinero del estado, Borge “se robó al estado” al vender la reserva territorial de manera “obscena”.

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Luciano Antonio Núñez

Es técnico y licenciado en Comunicación Social, con postgrado en Opinión Pública por FLACSO y diplomados en La Salle Cancún. Trabajó en El Siglo de Tucumán, Argentina; agencia EFE México, Luces del Siglo y Periódico Quequi. Fue director de Comunicación Social en Benito Juárez, Cancún.

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