Los pretendientes de Morena, escribe Julio César Silva, desde el Palco

En “bermuda”, tenis, playera, una mochila al hombro y una amplia sonrisa en el rostro, el diputado federal José Luis “Chanito” Toledo Medina se presenta a lugares públicos de Cancún.

Lleva de la mano a una de sus tres hijas que sin protestar se deja conducir por quien se decía sería una de las figuras priistas que mañana domingo se sumaría al movimiento de Andrés Manuel López Obrador.

Ya se sabe que no lo estará.

“Prefiero quedarme a dar la batalla en el PRI”, subraya.

La Cámara de Diputados está en receso desde el primer día de mayo pasado y aún le quedan a Toledo Medina semanas completas de asueto, pues las sesiones en San Lázaro reiniciarán hasta el 15 de septiembre próximo.

Pero a diferencia de Toledo Medina, otros políticos, uno que otros de renombre y muchos de relleno, han sucumbido ante los encantos electorales de la nueva muchacha de la comarca.

Apenas la han visto, no la conocen por dentro, pero quieren casarse con ella. Para varios sería su segundo o hasta tercer matrimonio. Para otras, como Marybel Villegas que quiere, pero no le quieren dar entrada por los chaperones, ya perdió la cuenta de sus matrimonios políticos.

Para unas más como la senadora Luz María Beristaín prefieren y buscan la poligamia.

Ella es militante del PRD, pero en el senado trabaja con lo que queda de la bancada del Partido del Trabajo.

“Yo no he renunciado al PRD, yo soy perredista, estamos dentro de un bloque parlamentario que es del PT, pero yo soy perredista y no quiero renunciar al PRD porque el PRD y el PAN acaban de tener un triunfo a nivel local, yo fui parte de ese triunfo, nosotros estamos gobernando Quintana Roo, Carlos Joaquín lo está gobernando, yo no quiero divorciarme de mi partido, lo que yo quiero es convencer a todos los ciudadanos con o sin partido que se sumen a un proyecto que le conviene al país y es el proyecto que encabeza Andrés Manuel López Obrador”, declaró hace unos días.

López Obrador presentará mañana a los nuevos pretendientes de Morena en el parque de Las Palapas de Cancún.

El problema de López Obrador en todo el país es la calidad de sus acompañantes. En el caso de Quintana Roo, quizá la única figura relevante que se sumará mañana sea, como ya se sabe, Eduardo Ovando Martínez y sus redes ciudadanas que le garantizarán una candidatura el próximo año, aunque los morenistas duros lloren y pataleen.

Platea

Rafael Marín Mollinedo, ex dirigente de Morena en Quintana Roo y hombre de todas las confianzas de López Obrador desde su época escolar, reconoce que el talón de Aquiles de su partido es la falta de verdaderos cuadros dirigentes y de prospectos para buenos candidatos.

Y allí está el negro panorama para muchas regiones mexicanas donde, como en Quintana Roo, ese partido tiene gran presencia. Con la fuerza de marca que le da López Obrador a Morena, pueden llegar a las presidencias municipales cualquier pelafustán.

 

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