Presentan Comité de Violencia contra las Mujeres, en el Congreso de Ginecología y Obstetricia

Cancún, Quintana Roo, 7 de noviembre de 2017.- En el marco del XXII Congreso Latinoamericano de Ginecología y Obstetricia (Flasog 2017), la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología hizo la presentación oficial del Comité de Violencia contra las Mujeres, conformado por representantes de países de Latinoamérica y el Caribe.

El comité, conformado por los doctores: Diana Galimberti (Argentina), Desiree Mostajo Flores (Bolivia), Fanny Corrales (Paraguay), Linda Valencia (Guatemala), Jorge Méndez Trujeque (México) y Enrique Pons (Uruguay), tiene por objetivo promover en cada sociedad miembro, la creación de comités locales con único objetivo de disminuir la violencia de género, una epidemia que quita años de vida saludable a la mujer y su familia.

Durante la presentación oficial estuvieron presentes Edgar Iván Ortiz Lizcano, presidente saliente de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (Flasog); Samuel Karchmer, presidente de la Flasog; Néstor Garello, presidente electo, Shanta Kumari, representante de la India en temas de violencia contra la mujer, y Jorge Méndez Trujeque, presidente del Comité Organizador del evento.

“La Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología eligió a Cancún como escenario para una serie de actividades que deben de trascender para beneficio de la salud de las mujeres de América Latina. La creación de comités contra la violencia de género locales dentro de las diferentes sociedades de nuestra Federación, es una cuenta pendiente y necesaria ante la pandemia de violencia contra las mujeres, sostuvo Edgar Ortiz, presidente saliente de la Flasog.

A decir de Diana Galimberti, representante del Comité de Violencia contra las Mujeres, más de la mitad de los feminicidios producidos en el mundo, suceden en Latinoamérica, con 12 mujeres víctimas al día.

Reconoció que si bien aún es incompleta la información brindada por algunos países, puede hablarse de las siguientes cifras tan solo en 2016: Brasil, dos mil 925 feminicidios; México, dos mil 289; Argentina, con 290; Guatemala, 211; Bolivia, 104; Paraguay, 43, y Uruguay, con 24 casos.

En la conferencia de prensa, las integrantes del Comité detallaron que en Latinoamérica, 17 países han aprobado leyes de feminicidio, estableciéndolo como un delito distinto del homicidio o como un agravante de la pena. El último de ellos fue Uruguay. Sin embargo, aún no se ve una reducción en el número de sucesos; por el contrario, han aumentado en los últimos años con altas tasas de impunidad para los agresores.

“Todos los países latinos han ratificado la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer pero sólo ocho naciones tienen una ley integral sobre violencia contra la mujer”, aseguraron.

Resaltaron que una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia sexual o de género en su vida y que el 38 por ciento de los homicidios de mujeres son perpetrados por su pareja masculina.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), América Latina y el Caribe registran la segunda tasa más alta de embarazos en adolescentes en el mundo, la gran mayoría de ellos como resultado de violencia sexual.

En Ecuador, en la última década, se ha incrementado en un 74 por ciento el embarazo en adolescentes; en Nicaragua, el número de embarazadas entre 10 y 14 años, aumentaron el 47 por ciento en nueve años; en Guatemala, en 2014, se reportaron cinco mil 100 partos de niñas entre 10 y 14 años, y en Perú, en 2013, más de mil 100 partos fueron de madres de 12 y 13 años de edad.

Para el Comité de Violencia contra las Mujeres, desde las sociedades de ginecología y obstetricia, es necesaria la creación de comités de violencia locales que puedan realizar distintos aportes en aras de combatir la violencia contra las féminas, por lo cual recomienda, en primer lugar, impulsar la educación de los profesionales de la salud en tema vinculados a los derechos humanos como la violencia de género y los derechos reproductivos.

 

En este sentido, considera importante la creación de políticas de salud que incluya servicios que den una respuesta empática y de calidad a las mujeres que sufren o sobreviven la violencia.

Asimismo, es fundamental fomentar la inclusión laboral de las víctimas de violencia, a través de programas de capacitación, así como la asistencia psicológica tanto para la víctima como para sus hijas e hijos.

Por otro lado, se debe colaborar en mejorar la velocidad y la eficiencia del sistema judicial, especialmente en las medidas de protección a las víctimas, ya que hay muchos casos donde la víctima de feminicidio había denunciado a su agresor con anterioridad.

También es importante desarrollar los registros administrativos para conocer el número real de víctimas e impulsar programas de prevención en los que se privilegie la difusión de información.

Finalmente, consideran necesario la creación de un registro de monitoreo de las acciones anteriormente señaladas para poder evaluar los avances alcanzados y en cumplimiento de metas claras, entre otros.

 

 

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