CICUTA DEL CARIBE

Carlos Águila Arreola
Miércoles 16 de marzo del 2022.- Mientras el inquilino de Palacio Nacional aún sufre los resabios de su estulticia ante el Parlamento Europeo con aquello de “es lamentable que se sumen como borregos a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la Cuarta Transformación”, la tarde del martes le mataron a Andrés Manuel López Obrador al octavo periodista en lo que va del año. Nunca en la historia moderna de México el gremio periodístico había sufrido tal barbarie.

Esas muertes han dado la vuelta al mundo y los cuestionamientos han llegado también desde el exterior: el gobierno de Estados Unidos criticó en febrero la ola de violencia y las condiciones de trabajo de los reporteros mexicanos, además de que eran “preocupantes” las amenazas que reciben. El Parlamento Europeo comunicó que “ve con preocupación las duras y sistemáticas críticas de las más altas autoridades mexicanas contra los periodistas y su labor”.

Los asesinatos de periodistas están sorprendiendo por su mortífera cadencia en México, un país acostumbrado a enterrar a 100 personas diarias en promedio debido a la violencia sin conmoción pública, quizá lo más preocupante: la violencia se ha normalizado hace rato. Ya van ocho reporteros ejecutados en el año; es decir, en dos meses y medio.

Armando Linares López, director del portal Monitor Michoacán, fue ejecutado el martes —ironías de la vida— de ocho disparos, el octavo periodista asesinado en 2022 y, avatares de la vida, hace mes y medio informaba la ejecución de Roberto Toledo Barrera —era el cuarto comunicador sacrificado del año—, colaborador del mismo medio. Tras la muerte de Toledo Barrera, el 31 de enero pasado, denunció amenazas contra él y su equipo por exponer actos de corrupción d autoridades estatales.

“Nosotros no estamos armados, no traemos armas. Nuestra única defensa es una pluma, un lapicero”, dijo entonces el periodista en un video difundido en redes sociales tras la muerte de Roberto Toledo. Al momento del atentado, en un domicilio del municipio de Zitácuaro, Linares López no tenía ninguna protección y su asesinato se investiga “con apego al protocolo de delitos cometidos contra la libertad de expresión”.

“La pesadilla sigue para la prensa en México. Reporteros sin Fronteras (RSF) está documentando los hechos y pide una investigación ejemplar, dijo la organización en Twitter. El sacrificio de ocho periodistas en los 74 días transcurridos hasta el martes 15 de marzo no tiene parangón en el país ni en el mundo, según los balances de RSF y Artículo 19.

Desde que inició el siglo, las organizaciones especializadas recogen 147 profesionales de la comunicación muertos a manos de sicarios, lo que le ha granjeado la indeseable fama de ser el peor país para ejercer el oficio. Es, dicen, lo mismo que reportear en medio de una guerra. El patrón se repite: periodistas que arriesgan su vida denunciando la corrupción y los enormes desajustes del poder político y económico en sus regiones o municipios.

Los primeros 40 meses de Andrés Manuel López Obrador son los más violentos de la historia para la prensa. En ese lapso (1 de diciembre de 2018 al 15 de marzo de 2022) han sido asesinados 31 periodistas, según el más reciente recuento de Artículo 19 capítulo México, que solo contabiliza aquellos casos en los que se presume que el asesinato de comunicadores deriva de su labor.

En la autollamada Cuarta Transformación han sido asesinados 66 por ciento más periodistas que en el gobierno de Enrique Peña Nieto, y 25 más que en el de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Por año, 2019 es el de mayor incidencia con 10 casos; en 2020 y 2021 fueron siete por año, en 2018 (diciembre) hubo uno y en lo que va de 2022 suman ya ocho homicidios de comunicadores.

Los datos dicen que no solo es el país más peligroso para dedicarse a informar, sino que además son crímenes que quedan impunes: 90 por ciento de esos asesinatos jamás se resuelve: incluso, el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, dijo el 27 de enero pasado que la mayoría de esos hechos quedan impunes.

“Las llamadas de alerta y auxilio de Armando no se escucharon; las autoridades fueron omisas”, han escrito sus colegas en un pronunciamiento tras el atentado, dirigido a López Obrador. Exigen al gobierno “tomar con la seriedad debida los asesinatos, agresiones y violaciones de derechos” contra periodistas. “La rabia, impotencia e indignación no encuentran ya palabras frente a los homicidios de compañeros que se acumulan en México y Michoacán”, se lee.

Linares se sumó a la lúgubre lista; el 4 de marzo, Juan Carlos Muñiz Hernández fue ultimado en Fresnillo (Zacatecas); Jorge Luis Camero Zazueta en Empalme (Sonora) el 25 de febrero; Heber López Vásquez en Salinas (Oaxaca), el 10 de febrero; Maria Guadalupe Lourdes Maldonado López, 23 de enero, y Margarito Martínez Esquivel, el 17 de enero, ambos en Tijuana (Baja California), y José Luis Gamboa Arenas, el 10 de enero en Veracruz.


Cancelaciones
¿Seguirán pensando los hoteleros que la guerra en Ucrania no tendrá efectos en el turismo, sobre todo de este lado del mundo? El turistero Alejandro Zozaya Gorostiza aporta un golpe de realidad: “No sólo alerta la pérdida de confianza en viajar, sino las graves consecuencias de las tensiones inflacionistas derivadas de las numerosas sanciones impuestas a Rusia.

En charla con Cicuta del Caribe advierte que si los turistas tienen que priorizar gastos, el recibo de luz, la despensa o la gasolina están por delante de las vacaciones, lo que provocaría que estadunidenses, canadienses, británicos, españoles, franceses y alemanes, los principales países emisores, pospongan un año más los viajes.

“Hacer ahora estimaciones es frívolo, pero lo que está claro es que la guerra en Ucrania nos va a perjudicar”, subrayó Zozaya Gorostiza, y detalló que “hasta el estallido de la guerra las reservas estaban ya al nivel de 2019, pero hoy, pese a que el saldo sigue siendo positivo, se frenaron, lo que es más notorio en Estados Unidos, España, Alemania y Países Bajos.

“La foto general es que el ritmo de las reservas es muchísimo más atenuado que hace 15 días, y todo apunta a que si se consigue apaciguar pronto la contienda, todo podría quedar en una anécdota. Sin embargo, si el conflicto bélico se alarga o salta a otros países, sobre todo por las posturas que está tomando Rusia, el impacto puede ser devastador.

Una tendencia cotejada por agentes de viaje reveló recientemente consultas por destinos alternativos por parte del viajero sudamericano, y no tanto por los clásicos latinoamericanos y europeos (Cancún, Ciudad de México, Puerto Vallarta; España, Inglaterra, Francia); se esperan múltiples complicaciones para viajar, más si el conflicto se extiende a otros países.

Crecen Dubai, islas menos conocidas del Caribe y al Mundial de Futbol 2022 en Qatar, pese a los elevados precios de ese último, y otros mayoristas de destinos exóticos reportan que las consultas por circuitos renovados de oferta grupal a Tailandia, Maldivas, India, Nepal y Jordania, entre otros, crecieron más de 30 por ciento en los últimos 15 días.

Menudencias
Daniel Chávez Morán, propietario del grupo Vidanta, contempla apoyar a la “W” de Radiópolis —que interesa a Andrés Manuel López Obrador— como principal patrocinador; la emisora la dirige Francisco Cabañas Soria, lo que acarrearía la salida del periodista Carlos Loret de Mola Álvarez y todo su equipo… touché, el espíritu del maquiavélico Joseph Fouché se aparece a mitad del destructivo sexenio para silenciar a uno de sus principales críticos

La práctica fraudulenta de las reclamaciones falsas por la covid podría aumentar durante los próximos dos o tres años, de acuerdo con la compañía británica de seguros Horwich Farrelly, cuando se prevé que el turismo alegará haber sido contagiado durante su estancia en algún complejo turístico: “(…) afirmarán haber sido contagiados alegando que estuvieron en sus instalaciones hasta la fecha de contraer el virus para poder recibir alguna compensación”.

La pandemia no ha impedido el nacimiento de nuevas compañías aéreas; de hecho, se ha registrado un boom de nuevas iniciativas como Breeze, en Estados Unidos; Ultra Air, en Colombia, y Aerala en México, lideradas por emprendedores con años de experiencia en el sector. En el caso de la mexicana, comenzará operaciones desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), hasta el segundo semestre del año.

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