Las cabezas del narco, escribe Julio César Silva desde el Palco

 

El narcotráfico, con sus diversos cárteles que se disputan las plazas más importantes, tienen bajo su control varias zonas del país, principalmente del norte y occidente.
Se les responsabiliza de la mayor matanza que se haya registrado en tiempos recientes en el país.
Las plataformas digitales que ofrecen video sobre demanda, como Netflix, están repletas de series que cuentan las historias de los grandes capos colombianos y mexicanos, de sus guerras, sus romances y el control que ejercen sobre los gobernantes.
No son pocas veces en las que son presentados como víctimas en esas series, también como sanguinarios asesinos que disfrutan torturar a sus enemigos antes de matarlos.
Las series describen sus andanzas de un lado a otro del país. Por la mañana están en Sinaloa y en la noche de fiesta o descansando en lujosas casas de seguridad en Quintana Roo.
“Aterriza en Playa del Carmen, su pista tiene poco movimiento ahora”, instruye uno de los lugartenientes de un jefe narco en una de las series.
Muestran cómo operan a la luz del día, muy cerca, incluso frente a jefes políticos, algunas veces coludidos y otras supuestamente ignorando los hechos.
En la vida real, de enero de 2011 a la fecha, el narco ha sido descabezado por lo menos 18 veces en Quintana Roo.
Durante ese tiempo, seis años y medio, fueron aprehendidos varias personas, hombres y mujeres, que fueron identificados como jefes de plaza en Playa del Carmen y Cancún.
Entre “La mama”, detenido en ciudad del Carmen en enero de 2011 y a quien se le señaló como el jefe plaza de uno de los cárteles en varios estados del sureste y “Doña Lety”, aprehendida a principios de agosto pasado acusada de ser la responsable de la ola de violencia que enfrenta Quintana Roo desde hace algunos meses, fueron aprehendidos muchos jefes más.
Cayeron “El siete latas”, “El amarillo”, “El rulo”, “El duende”, “El talibancillo, “El comandante flama” y varios más, todos presuntamente jefes de plaza de diversos cárteles que operan en el norte de Quintana Roo.
No se sabe si todos ellos siguen encarcelados o lograron recuperar su libertad, como ha ocurrido en varias ocasiones, pero lo que es palpable es que a pesar de su aprehensión esos cárteles del narco siguen operando sin problema.
Surgen nuevos operadores, nuevos jefes de plaza que seguramente, como en las series de televisión, responden a las órdenes de algún prominente integrante de la sociedad, que viste de lino y se dedica a actividades filantrópicas.
Y es cuento es uno sin fin…

Platea
Quien ya vio su fin es el ex gobernador Roberto Borge Angulo, quien irremediablemente enfrentará a la desacreditada justicia mexicana, luego de que una corte panameña le negó un amparo con el que pretendía evitar la extradición.
De tal suerte que el proceso de extradición se reactivará, por lo que muchos de quienes se coludieron con Borge en sus negocios deben poner sus barbas a remojar.
Roberto Borge será repatriado. Ese es un hecho, pero no deja de haber cierta incertidumbre sobre si el estado mexicano sea capaz y tenga la fuerza suficiente para procesar al ex gobernador.
Hay muchos intereses alrededor en todos los niveles.

 

 


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